Tres potencias destacan como líderes innovadores en el mundo, pero China va ganando
A fin de saber la opinión de los visitantes a nuestra página de linkedin sobre el país más innovador en robótica de los últimos años, perfila a el gigante asiático como el ganador, de acuerdo a su presidente Xi Jinping “no solo es bueno para derribar el viejo mundo, sino también para construir uno nuevo”.
En las décadas pasadas, el gobierno chino ha implementado un ambicioso plan de políticas públicas encaminadas a construir una economía renovada, que responda a un patrón más dinámico, equilibrado, sostenible y con mayor peso en actividades de alto valor añadido como la tecnología o la robótica.
China ha logrado notables éxitos en la innovación en un tiempo récord, lo que ha despertado el asombro en gobiernos, empresas, la sociedad civil y numerosos analistas, que se han apresurado a anunciar la irrupción de un nuevo líder mundial para las próximas décadas.
No queda duda de que el país de la bandera roja y las estrellas va camino a romper cualquier modelo establecido, basta ver los proyectos más importantes en los que está involucrado como la aeronave comercial C919, que nace para competir en el mercado con Boeing y Airbus; el desarrollo del tren de levitación magnética, la presentación del ordenador más potente del orbe Tianhe-3, la construcción del puente más largo del mundo y el reciente alunizaje en la cara oculta de la luna.
Entre los rankings de las principales compañías tecnológicas, hasta hace unos años dominadas por las estadounidenses, el país rojo se ha hecho de un espacio con numerosas compañías con las que cada vez estamos más familiarizados como Tencent, Baidu y Xiaom; Weibo, Alibaba y We Chat, que serían las versiones locales de Facebook, Alibaba y WhatsApp local, por citar unos ejemplos. También ha dado un gran salto para convertirse en una potencia en tecnologías de pago móvil, electrónico, vehículos eléctricos y está preparándose para liderar tecnologías todavía más transformadoras como el 5G, que será el motor de una nueva economía en las próximas décadas.
Además, tiene a su favor condiciones inmejorables al contar con una enorme población que favorece la captación y análisis de datos masivos, generando una ventaja en el liderazgo mundial de la inteligencia artificial o el big data. De igual modo, al ser el desarrollo de estas tecnologías una prioridad absoluta para el Gobierno, también le confiere una importante ventaja respecto a posibles rivales como los estadounidenses o ingleses.
Tan sólo en Beijing, capital del país que fue reconocida como la segunda ciudad más importante del mundo en el desarrollo de tecnología, de acuerdo al informe de ‘Tech Nation’, el primer lugar es Silicon Valley (Estados Unidos) y la tercera Londres (Inglaterra), el avance científico no solo se aprecia en las grandes empresas, sino que alcanza al ciudadano común, mezclándose con hábitos de la vida diaria, y creando tecnologías y tendencias que han modificado la forma de consumir productos y servicios de sus habitantes. El primero de esos cambios es el pago digital, debido a que el 80 por ciento de las compras se hace a través del teléfono celular; la segunda tendencia, que también se apoya en el comercio digital, es el uso de productos compartidos, principalmente, medios de transporte; una tercera tecnología es el uso de trenes de gran velocidad y por último, la plataforma C2C (consumidor a consumidor) o Taobao, que permite conectar a usuarios con productores independientes y pequeños negocios.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, porque la elevada dependencia externa de China a la hora de generar capacidades innovadoras para sus empresas, se ha vuelto una importante amenaza dado el clima actual de desconfianza hacia sus compañías en EEUU y algunos países europeos.
Pese a las regulaciones por parte de otras naciones que se ven amenazadas ante el crecimiento de los asiáticos, el objetivo para China es claro: ser líder mundial en desarrollo de Inteligencia Artificial para 2030, de acuerdo con su Plan de Desarrollo para una Nueva Generación, una estrategia que ayudará a desarrollar varias aplicaciones tecnológicas. Pero las principales capacidades se han estado desarrollando con mucha anticipación.
Por su parte, Estados Unidos, segundo lugar en nuestra encuesta, ha destacado en los últimos años en la generación de destreza robótica, que es la respuesta oportuna de una máquina automatizada ante cambios inesperados, por ejemplo en un punto de ensamblaje de una fábrica automotriz o en el desarrollo de la energía nuclear como alternativa de energía limpia para ayudar al medio ambiente en su lucha contra el cambio climático. O Reino Unido, tercero en el podio de la encuesta, que pese a ya no ser parte de la Unión Europea ante el apoyo al brexit, ha puesto su mirada en la implementación de cámaras robóticas en lugares inusuales para controlarlas de forma remota que beneficien a la tecnología militar, WIFI gratuito en transporte público e impresiones en 3D.
¿Quién ganará la carrera por ser el más grande desarrollador de nuestro siglo? Sólo el tiempo lo dirá.